HISTORIA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS
En Lima y en las Nazarenas
La devoción al Señor de los Milagros surgió alrededor del año 1650 en el barrio de Pachacamilla en Lima, en la cual se alza actualmente el templo de las Nazarenas, cuando unos negros procedentes de África se unieron en cofradía y levantaron una ramada para sus reuniones. En esa época los afroperuanos representaban el 50% de la población, aunque eran marginados y reducían sus expresiones culturales a lo mínimo: el canto, la danza, la oración. Para hacer sus encuentros mandaron a pintar una imagen del Cristo Crucificado en una de las paredes de adobe. Fue un esclavo negro quien plasmó esa sagrada imagen; luego se contrató a un pintor llamado José de la Parra para que lo mejorase. Hasta que el 13 de noviembre de 1655 un violento terremoto sacudió la ciudad y muchos edificios se vinieron abajo, incluyendo las casas vecinas donde se veneraba el Cristo: sólo la pared donde estaba pintada la imagen quedó intacta.
La Lima de aquella época vio florecer prontamente aquella devoción. La mayoría de la población limeña era de procedencia española, mientras que los de raza negra representaban la minoría de la población. La cristianización del Perú fue rápida (70 años), se establecieron parroquias, conventos, cofradías, etc. El Perú se cristianizó con la erección de cruces en cerros y encrucijadas, con capillas y templos, pero también por la predicación apostólica y la catequesis a todos los niveles.
En el templo del Señor de los Milagros se venera también a los santos peruanos. En nuestra patria han brotado figuras como la de Santa Rosa de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo, San Juan Macías, San Francisco Solano y San Martín de Porres. Además de ellos están también Sor Ana de los Ángeles de Monteagudo de Arequipa y el beato padre Camilo Luis Tezza.
Alrededor del año 1650 los llamados negros angolas decidieron asociarse y formar una cofradía en la zona de Pachacamilla, lugar que había sido habitado por los indios de Pachacámac y en la que se ubica, hasta ahora, el monasterio de las Nazarenas, como también el local de la Hermandad del Señor de los Milagros.
Dos grandes terremotos ocurrieron en la segunda mitad del siglo XVII, durante los años en que se inició el culto al Señor de los Milagros: el primero que sacudió Lima el sábado 13 de noviembre de 1655 (2:30pm); y el segundo que arrasó Lima y Callao el 20 de octubre de 1687. Fue un español vizcaíno, el capitán Sebastián de Antuñano, quien llegó a Lima por primera vez en 1668 y promovió e inició la procesión del Señor de los Milagros, propiciando el sentimiento religioso.
Al cuidado de la imagen
En el año de 1671 un centenar de personas se reunían en un galpón de Pachacamilla, alabando con cantos al Señor. Debido al ruido que hacían las autoridades del lugar mandaron destruir el muro, pero a pesar de todo, fue imposible derribarlo. El 14 de septiembre de ese mismo año se celebró por primera vez la misa junto a la imagen del Cristo Crucificado, a la que años después se añadió las imágenes de la Virgen y San Juan, así como también las del Padre Eterno y del Espíritu Santo.
Como ya se dijo anteriormente, el 13 de noviembre de 1655 un terremoto asoló Lima y dejó en ruina varios edificios, entre ellas, las casas vecinas al muro donde estaba la imagen de Cristo, el único que permaneció en pie. Ese día la gente seguía al jesuita Francisco del Castillo quien auxiliaba a los necesitados. Al día siguiente se condujo la imagen del Cristo de la Capilla de Nuestra Señora de los Desamparados hacia la Catedral; a la imagen lo acompañaban diez mil personas. Las noticias de los hechos milagrosos referidos a la imagen captó el interés del público, poniéndole así el “Señor de los Milagros”.
El 20 de octubre de 1687 un maremoto devastó el Callao y parte de Lima y derribó la capilla construida en honor a la imagen de Cristo, quedando sólo la pared con la citada imagen. Esto hizo originar una copia al óleo de la venerada imagen. El 28 de octubre de 1746 fue en el que se registró uno de los peores terremotos, así que tal día salió el Señor de los Milagros en procesión, desde entonces cada año sale la imagen en procesión en esa misma fecha.
Este acontecimiento hizo que la imagen del Cristo empiece a ganar el aprecio de la gente. Los creyentes, sobre todo la gente negra, empezaban a reunirse los viernes en la noche. Llevaban flores, usaban el sahumerio, y entonaban plegarias y cánticos acompañados con las arpas, cajones y vihuelas. Debido a que esto atraía mucha gente, se empezaba a producir hechos ajenos a las prácticas religiosas y católicas, por lo que las autoridades civiles y eclesiásticas prohibieron las reuniones en la zona de Pachacamilla y mandaron borrar la imagen; cosa que no se logró, pues los que la iban a realizar sintieron como especie de temor al hacerlo o sentían escalofríos. La gente tampoco quería que suceda tal hecho y la comitiva tuvo que retirarse. El Virrey mandó revocar la orden y pidió que se le rindiera culto y veneración.
El 14 de septiembre de 1671 se ofició la primera misa ante el crucificado en Pachacamilla. El maremoto que ocurrió en 1687 hizo posible que se haga una copia al óleo de la imagen y que, por primera vez, saliera en andas por las calles del barrio de Pachacamilla, instituyéndose que, a partir de ese momento, la procesión tome lugar los días 18 y 19 de octubre de cada año.
Con el paso de los años el número de devotos aumentaba considerablemente. A ello se aplicaron las gracias e indulgencias dadas por los papas Benedicto XIV y Pío V a los fieles que acompañasen la procesión de una iglesia a otra. En 1778 se concedió indulgencia parcial a quienes recitasen una oración ante la imagen los primeros viernes de cada mes.
La institución civil también ha respondido ante este hecho, pues actualmente figura una misa solemne dedicada al Alcalde de la Municipalidad de Lima en el programa de actividades del mes de octubre. La imagen de Cristo ha recibido numerosas distinciones, entre ellos, la Medalla de Honor del Congreso de la República otorgado en octubre de 1967 y de 1987, así como también la Gran Cruz de Brillantes de la Orden del Sol, otorgado por el presidente de la república Alan García Pérez el 18 de octubre de 1986. La jerarquía eclesiástica también ha promovido la religiosidad popular en torno al Señor.
Imagen y descripción iconográfica
Simboliza la figura débil del Cristo muerto del Calvario. Las figuras de la Virgen, de María Magdalena y de San Juan fueron añadidas después. En 1671, por mandato del Conde de Lemos, se pintaron al óleo en la parte superior las imágenes del Eterno Padre y del Espíritu Santo.
La imagen original del Señor de los Milagros se encuentra detrás del altar de la Iglesia de las Nazarenas. En ella está plasmada la imagen de Cristo en la cruz con María a su diestra y, a su izquierda, un personaje que algunos la detallan como María Magdalena y otros como San Juan Evangelista. La Santísima Trinidad se encuentra en la parte alta, Dios Padre; en la parte baja, Cristo Crucificado; entre el Padre y el Hijo, el Espíritu Santo, representado por una paloma que baja, rodeada de luz, del Padre hacia el Hijo; al fondo, un cielo tempestuoso y luminoso se alza sobre un paisaje, donde, en uno de sus lados, se encuentra el contorno de una ciudad.
Cristo es mostrado verdadero Dios y verdadero hombre; Dios Padre es mostrado en actitud de crear y bendecir. En la mano izquierda lleva una esfera que simboliza el universo, coronada con la Cruz. Cristo, personaje principal del cuadro, aparece con los brazos extendidos y las palmas de las manos cerradas. Cristo en moreno, de cabellos negros, con bigotes y barba.
El cielo aparece entre radiante y turbulento en el momento de la muerte de Jesucristo; y cuando el cielo se obscureció, se reconoce la divinidad de Cristo. Detrás del personaje inclinado, a un costado, aparece una ciudad que algunos la relacionan con Lima. A los pies de la cruz, al lado derecho, aparece María dolorosa, como se describe en el Evangelio, con manos juntas en posición de súplica, orando ante la cruz, en el papel de intercesora.
La imagen ha tenido muchas versiones, plasmadas sobre tela y lienzo para sus recorridos procesionales. Se pueden ver diferencias del original: Dios Padre con su mano derecha en actitud de bendecir; el Espíritu Santo no aparece rodeado de luz; el sol y la luna se ubican sobre los brazos de la cruz. Cristo aparece menos esbelto, con una expresión diferente y su pierna izquierda está apoyada sobre la derecha; y su cabeza, coronada de espinas, recae sobre el lado derecho. María aparece con un puñal en el corazón.
Nuestra Señora de la Nube
Se ubica al reverso de la imagen principal. Esta imagen es una advocación quiteña, pues se había aparecido en el cielo de dicha ciudad en 1696, y, que según narra una crónica, la imagen apareció al reverso de la imagen del Señor de los Milagros, en un recorrido que se hizo el 20 de octubre de 1747. La Virgen es representada como unareina: lleva un cetro; una azucena que simboliza la pureza y fortaleza; un olivo, símbolo de amor y vinculación con Israel.
Esta advocación se conoce también como la Candelaria del Aviso o de las Lágrimas y tuvo importancia en la ciudad de Quito en el año de 1696 cuando el obispo de esa ciudad se encontraba enfermo y desahuciado. Entonces el pueblo de Guálupo hizo una novena por su salud; una procesión del Rosario salió rumbo a la catedral el 30 de diciembre y de repente la imagen de María apareció en las nubes ante la mirada atónita de 500 personas y la curación próxima del obispo.
El anda
Es cargada por 36 miembros de la Hermandad de Cargadores del Señor y tiene un soporte de madera de roble. En plata su peso es de 450 kilos. Los cargadores obedecen a su capataz y a un subcapataz, ellos están organizados en cuadrillas. Cuenta también con una Hermandad de sahumadoras, quienes portan antiguos pebeteros de plata, y una de cantoras; cuentan también con un martillero que da la orden de avanzar o detener la marcha de la procesión. Todos ellos llevan atuendos de color morado.
El anda primera de madera data del 20 de octubre de 1687, fecha de su primera procesión. El primer cambio surgió en 1747 cuando se agregó la imagen de Nuestra Señora de la Nube. En 1757 ambas imágenes llevaban un arco de plata; en ese tiempo lo llevaban ocho cargadores. La base es un tablero de madera con cuatro patas, dos jardineras y cuatro candelabros de cinco luces separados por el doble marco, con columnas donde se colocan las imágenes. El arco lleva rayos de plata dorada en treinta y tres puntas bañados de oro de 21 quilates. Las cuatro varas son de roble de Guayaquil. Sobre cada esquina se levanta un ángel con alas desplegadas, llevando una azucena en las manos. La imagen del Señor lleva una corona, sudario y tres clavos con brillantes, luciendo joyas de oro, platino y pedrería. Igualmente lo llevan las imágenes del Espíritu Santo y el puñal de la Virgen, como su corona, el collar, la aureola y la media luna. Con la incorporación de baterías, reflectores y varas el anda llegó a pesar dos toneladas, esto obligó a aumentar el número de cargadores a dieciséis llegando la cifra de treinta y seis hermanos. Las medidas del anda son 4.40 metros de alto y 1.64 por lado; las varas miden 3.46 metros; los lienzos de ambas imágenes miden 1.99 por 1.37.
Devoción y fervor
La primera procesión del 18 de octubre de 1687 saldría del monasterio de las Nazarenas y volvería allí al día siguiente. Desde 1900 se ha añadido el día 28 de octubre debido a que tal día en el año de 1746 ocurrió el terremoto donde la imagen permaneció intacta. El culto público arranca con la misa de 6 de la mañana presidida por el arzobispo e inicia su recorrido: Plaza Mayor, Palacio de Gobierno, Municipalidad, Palacio Arzobispal, Congreso de la República, y “duerme” en la iglesia Nuestra Señora de las Victorias. Al día siguiente, después de misa, recibe homenaje en el club “Alianza Lima”, Hospital del Niño, Museo de Arte, Poder Judicial, etc., y entra a su templo en la madrugada del día 20. El 28 de octubre, después de la misa solemne, pasa por el Hospital San Bartolomé, Hospital Loayza, Policía Nacional y el 1 de noviembre, fiesta de Todos los Santos, regresa al monasterio.
Con motivo del Jubileo del 2000 la imagen recorrió en 1996 hasta Villa el Salvador; en 1997 hasta Comas; en 1998 hasta San Juan de Lurigancho y en 1999 hasta el Callao. El medio que se utilizó para su transporte fue un camión de doce metros de largo llamado “Móvil Nazareno”.
Los integrantes de la hermandad son cargadores de hasta 75 años. Hasta 1928 sólo ingresaban en la hermandad personas morenas, pero a partir de esa fecha ya comenzaron a incorporarse miembros de otros grupos étnicos a través de la segunda cuadrilla. El capataz dirige la cuadrilla de acuerdo a las instrucciones del directorio. Cuenta con 20 cuadrillas que se reúnen todos los meses. El Mayordomo General es el máximo representante. Los aspirantes a la hermandad deben demostrar su devoción mediante acciones caritativas, asistir a misa, a retiros espirituales, asistir a los sacramentos como la Eucaristía y Penitencia; cuentan también con un director espiritual.
El Directorio está conformado por el capataz, sub-capataz, secretario, tesorero, fiscal, sub-fiscal y protesorero. Entre los cargadores se encuentran los Esquineros que llevan el ritmo y dirección de las andas; los Templadores (“burros”) que cargan el peso mayor y mantienen el equilibrio del anda; y los Auxiliares. Cada cuadrilla tiene 200 hombres divididos en cinco sectores, cada uno carga el anda por un recorrido de cincuenta metros cada uno.
Las sahumadoras fueron fundadas el 20 de agosto de 1958 y junto con las cantoras ya acompañaban la imagen de Cristo de Pachacamilla en 1671. En los tiempos del virreinato las familias distinguidas enviaban a las procesiones a sus criadas con pebeteros de plata y vestidas lujosamente, y quemaban en sus braseros la resina como símbolo y representación de las plegarias de los fieles. Llevan el hábito morado con cordones blancos y una mantilla del mismo color. Sahumerio es “limpiar” el camino y facilitar un ambiente agradable y perfumado para el Señor; se emplea carbón de sauce y una mezcla de incienso y mirra. El grupo de cantoras lo conforman 300 integrantes. Se dividen en cuatro sectores, cada uno de 75 integrantes que se van turnando, y visten hábito morado y mantilla blanca.
Los veleros o cereros elaboran cirios de 65 centímetros de altura que se colocan en las andas, son de colores morados, medianos y grandes. Los penitentes, antiguamente, pedían limosna en la procesión; actualmente prometen al Señor un sacrificio físico ante un favor concedido, como avanzar de rodillas o caminar con pies descalzos.
Las bandas musicales pertenecen a la Policía Nacional del Perú, al Ejército, a la Marina y a la FAP. Cada agrupación se alterna en turnos de cuatro horas.
Doña Pepa
Popular dulce que acompaña la procesión y devoción. Este manjar se debe a una mujer que vivía en un fundo algodonero en el Valle de Cañete, su nombre era Josefa Marmanillo. Ella sufría de una parálisis que le impedía mover los brazos y las manos. Se enteró de los milagros del Cristo de Pachacamilla y arribó a Lima para acompañar la procesión. Allí le pidió al Señor que la sanara de su mal y, debido a su fe, el Señor obró el milagro de su curación; quería demostrar su agradecimiento al Señor con algo, pero no sabía cómo. Hasta que un día, en sueños, vio la receta del dulce y acompañó a la imagen en un recorrido procesional, llevando sobre su cabeza una tabla que contenía el sabroso manjar. Y fue entonces cuando compartió el dulce con los más allegados quienes lo bautizaron con el nombre de Turrón de Doña Pepa.
Lema, bandera y escudo
El lema de la Hermandad es: Fidelidad, caridad y sacrificio por Cristo y su Iglesia. También atienden niños y ancianos con almuerzos y desayunos. La bandera nazarena es de campo rectangular, de colores blanco y morado. Su escudo está conformado por los símbolos de origen y tradición nazarenas en donde se aprecia la figura del esclavo angola pintando al Señor; el escudo de la ciudad de Lima; el roble, símbolo de Vizcaya (lugar de origen de Sebastián de Antuñano, destacado mayordomo del Señor de los Milagros), y la Iglesia de las Nazarenas; emblema, el lema y el año de la fundación de la Hermandad.
Autora del himno
La autora del himno “Señor de los Milagros” se llama Isabel Rodríguez-Larraín, hija de una familia muy virtuosa, quienes no dejaban de rezar el rosario y asistir a misa diariamente. De niña Isabel se caracterizaba por sus dotes artísticas, como el tocar instrumentos como la guitarra, el violín y el piano; además poseía una voz de soprano. En sus últimos años vivió de forma austera y fervorosa.
Devoción. Para aquellos que participan año tras año en este evento con “pobreza de espíritu”, la procesión es un encuentro misterioso con Cristo. La gente acude también para rogar, pedir favores al Cristo; en las procesiones rezan pobres y ricos, niños y personas mayores. La devoción es una forma de fe y confianza en la que se establece una profunda relación entre el Señor de los Milagros y el devoto, quien sabe que cuenta con el Señor y que nunca se verá defraudado.
Milagro. El Señor de los Milagros debe su nombre a que realiza milagros a la gente. Mucha gente ha acudido al santuario de las Nazarenas a pedir, con mucha fe y humildad, una sanación de la persona misma o de algún familiar; o también obtuvieron la sanación tras ver la imagen de Cristo en la procesión. Los teólogos afirman que el milagro es un hecho extraordinario que no se puede probar científicamente y que hay que atribuirlo a Dios. Milagro es la solución ante una situación “imposible”.
Castigo. Mucha gente piensa que Dios es milagroso y castigador. Dios aconsejó a sus oyentes que cuando hubiera castigos miraran su conciencia para poder cambar. Pero el pueblo cristiano, haciendo lectura religiosa de las desgracias, son llamados a cambiar de conducta.
Promesa. Es un compromiso que el fiel asume de manera directa con Dios. Es la expresión del compromiso del devoto referente a formas de culto y, en algunos casos, exige un sacrificio personal.
San Juan Pablo II
En el año del 2001 el papa Juan Pablo II envió una carta personal, firmada con puño y letra, al cardenal Juan Luis Cipriani. En ella, el papa lo denominó al Señor de los Milagros como el “primer misionero de Lima”, y a su devoción “la más multitudinaria de América Latina”. Declaró el 2001 como año jubilar para la Arquidiócesis de Lima por celebrarse el 350 aniversario de la reverenciada imagen. En esta carta el papa saluda a la comunidad cristiana, a los cargadores de la imagen y a los devotos que llevan su traje morado en el mes de octubre como gesto de penitencia y piedad. Tras recibir esta carta la Hermandad del Señor de los Milagros expresó su agradecimiento al Santo Padre a través del cardenal por el mensaje de aliento y esperanza.
El 26 de octubre de 2001, durante su homilía del domingo en la Plaza San Pedro, bendijo la imagen del Cristo Morado y destacó la fe de la colonia peruana en Italia. Los peruanos conforman la comunidad más numerosa en la capital italiana, aparte de los chilenos, argentinos, colombianos, ecuatorianos y salvadoreños. Fue aquí donde nació la filial romana de la Hermandad del Señor de los Milagros, que desde 1998 sale en procesión en octubre de cada año por las calles de Roma.
Carmelitas Nazarenas
El centro de esta devoción es el templo de las Carmelitas Descalzas Nazarenas. El papa Benedicto XIII aprueba el Instituto de Religiosas Nazarenas bajo la Regla y Constituciones de Carmelitas Descalzas de Santa Teresa y sus estatutos. Cabe destacar su pretensión de imitar en todo al Cristo de la Pasión y practicar ejercicios piadosos; su carisma es el de la Orden Carmelitana Descalza, viven dedicadas a la contemplación ya a la oración como al servicio del prójimo. Hacen obras sociales a través del comedor de niños, ancianos y familias pobres.
Identidad nacional
El Señor de los Milagros reúne a los peruanos que viven fuera de su patria y a los extranjeros que viven en él, se tiende una red hermandad en torno al Cristo Moreno. En estos tiempos de globalización la devoción es una garantía para fortalecer la peruanidad, como se canta en el himno: “Hagamos grande nuestro Perú”.
La Hermandad se honra con la presencia de figuras políticas como Raúl Diez Canseco (Q.P.D), Jorge del Castillo; y de futbolistas como Perico León, Teófilo Cubillas y Hugo Sotil; y del espectáculo como Arturo “Zambo” Cavero.
En el 2003 se realizó el segundo programa televisivo de “Homenaje al Señor de los Milagros” en el canal 7. Y así cada año se transmite el evento por televisión (que igualmente lo hace el canal 4). Actualmente se puede descargar la aplicación para Tablet sobre la procesión para saber el recorrido, su historia y muchas cosas más.
Por el Perú y el mundo
Se ha nombrado al Señor de los Milagros como el primer misionero de Lima, del Perú y del mundo, ganando territorios con los lugares de emigración de los peruanos. Sabemos por distintos medios la creciente expansión geográfica del Cristo Morado, ya que es recordado en su mes por instituciones religiosas, civiles, barrios o distritos.
En Lima, se han fundado varias hermandades como la de Comas o Miraflores; también podemos citar las de Lambayeque, Cusco y Arequipa. Tal devoción se expande a todas las localidades peruanas donde se cuentan las maravillas y milagros. La magnitud de la presencia del Cristo Moreno hace que se viva la misericordia; los hábitos morados, los altares, las procesiones, etc., hace que crezca el fervor de un pueblo peregrino en marcha. La historiadora María Rostworowski publicó un libro en donde se subraya esta advocación como la más importante para la hermandad racial e integración pluriétnica del Perú.
Esta devoción también se multiplica por América y diversas partes del mundo como en Argentina, Buenos Aires; en Bolivia, La Paz; en Brasil, Río de Janeiro; en Canadá, Montreal y Toronto; en Colombia, Buga; en Chile, Santiago, Valparaíso y Arica; en Ecuador, Quito y Guayaquil; En Estados Unidos, Maryland, Massachusetts, New Cork; en España, Madrid y Barcelona; en Francia, París; en Italia, Génova, Milán y Roma.
A pesar de la magnitud e importancia de esta manifestación religiosa se desconoce el número exacto de hermandades del Señor de los Milagros en Lima, el Perú y el mundo. Por eso, el Directorio General de la Hermandad decidió crear en el 2003 un registro con el fin de determinar cuántas hermandades existen oficialmente en el mundo, ya que estas se reproducen de forma sorprendente a medida que pasa el tiempo, generado por la fe y devoción de peruanos emigrantes.
Desde la Hermandad Señor de los Milagros de las Nazarenas se dan unos certificados de facultad para todas las hermandades del mundo:
- Hermandad Señor de los Milagros de la Iglesia Santa Rosa de Lima, Caracas – Venezuela.
- Hermandad Señor de los Milagros de Santiago de Chile.
- Hermandad Señor de los Milagros de Comas.
- Hermandad Señor de los Milagros de Hamburgo-Alemania.
- Hermandad Señor de los Milagros de la Iglesia Nuestra Señora de las Mercedes, Caracas – Venezuela.
- Hermandad de Cargadores, sahumadoras y cantoras del Señor de los Milagros, Parroquia Santa María de Nazareth.
- Hermandad Señor de los Milagros de Matellini.
- Hermandad Señor de los Milagros de Elizabeth, New Jersey.
- Hermandad Señor de los Milagros de Ciudad de Dios.
- Hermandad Señor de los Milagros en Washington DC, USA.
- Hermandad Señor de los Milagros del Perú de Hartford Connecticut, USA.
Conclusión
La fe del pueblo peruano es grande cuando une sus dolores y su vida a la Vida y Pasión del Cristo sufriente; su entusiasmo es grande cuando quiere edificar un país más justo y reconciliado. La luz de Cristo es la luz de todos los días, la que da sentido a toda la vida, a todas las horas del día, de todos los días. El pasado histórico y el presente del Perú no pueden ser entendidos sin la clave de interpretación de Cristo crucificado, cuya máxima expresión es el Señor de los Milagros. Este acontecimiento recoge la peruanización más concreta y amable del Señor que hace posible un mayor compromiso espiritual y social del fiel. Cada año es una nueva Pascua, el Dios que pasa, cuando la procesión recorre las distintas calles de nuestra ciudad y que ocupa el dolor humano de cada día, descifrando la necesidad más urgente de todos los peruanos.
Extraído del libro " El Señor de los Milagros: Identidad de un pueblo", del historiador" José Antonio Benito Rodríguez.
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